ELABORACIÓN
En un cazo con agua y sal cocemos las patatas peladas, las judías verdes y la cebolleta. Una vez cocidos todos los ingredientes los pasamos por la batidora hasta conseguir una crema. Limpiamos los filetes de salmón, sazonamos con sal y pimienta y los colocamos en una sartén caliente, sin aceite, durante unos 40-50 segundos por ambos lados. Finalmente, servimos los filetes en una fuente acompañándolos junto con la crema.
APORTE POR PERSONA
Hidratos de carbono: 12 grs.
Proteínas: 28 grs.
Grasa: 15 grs.
Kcal: 305
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INGREDIENTES 400 grs. de endivias
80 grs. de queso Roquefort
4 cucharadas soperas de aceite de oliva
200 cc de leche desnatada
Perejil (opcional)ELABORACIÓN
Limpiamos la envidia cuidadosamente y preparamos las hojas. Las colocamos en un plato, mirando la parte hueca hacia arriba.
En un cazo con leche, añadimos el roquefort, el aceite y el perejil. Dejamos que cueza a fuego lento hasta que se forme una crema.
Vertemos la crema sobre las endivias, desde el centro hacia fuera, y ya las tenemos listas para servir. APORTE POR PERSONA Hidratos de carbono: 7 grs. = ½ ración
Proteínas: 8 grs.
Grasas: 17 grs.
Kcal: 213
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Es un trastorno de los pies de los diabéticos provocado por la enfermedad de las arterias periféricas que irrigan el pie, complicado a menudo por daño de los nervios periféricos del pie e infección. Debido a la oclusión de las arterias que llevan sangre a los pies se produce gangrena.
El pie del paciente diabético es muy sensible a todas formas de traumatismos: el talón y las prominencias óseas resultan especialmente vulnerables.
Los daños a los nervios periféricos de los pies provocan trastornos sensoriales, úlceras de la planta del pie, atrofia de la piel.
Es frecuente en los pacientes diabéticos que las lesiones propias del denominado pie diabético trascurran sin dolor, debido a lo cual se suele agravar la lesión antes de que el paciente pida ayuda especializada.
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El hogar del diabético no requiere de características arquitectónicasespeciales ni distintas a otro hogar, aunque si se hace necesaria la colaboración y comprensión y no el proteccionismo de los demás miembros del hogar.
Todo diabético insulinodependiente, para estar bien compensado necesita no sólo de la insulina, sino de una dieta y ejercicio adecuado. La pérdida de este equilibriopuede desencadenaruna hipoglucemia severa o una hiperglucemia importante.
El equipo básico que todo diabético debe tener en su hogar es el siguiente:
-Insulina rápida (2 viales)
-Jeringa y agujas de insulina
-Glucagón (2 envases)
-Jeringas y ajugas desechables
-Tiras reactivas: glucemia, glucosuria y cetonuria
Los niños pasan un terciode su vida diaria en el colegio, sin contacto directo con sus padres, es por lo que se hace necesario la existencia de un nivel de conocimientos sobre la problemática del niño diabético para asegurarnos una actuación rápida y adecuada ante cualquier emergencia que se pudierapresentar.
También en el colegio se debe concederun valor adecuado a la influencia de la diabetes sobre el rendimiento escolar.
En encuestas llevadas a cabo sobre el conocimiento, que los maestros tienen sobre esta enfermedad, se ha obtenido que el 97% de ellos tenían muy poca información.
Los padres del niño diabético deben al iniciarse el curso escolar, hablar con el director del centro así como con el profesor directamente responsable del niño. Informando en todo aquello relacionado con la enfermedad de su hijo, esta información la debe acompañar de algún folleto explicativo, con nocionesbásicas de dicha enfermedad.
El botiquín del colegio debe contener todo el material necesario (equipo básico) e insistir al profesor encargado, que un niño diabético, bien controlado no ocasiona más problemasque un niño cualquiera. Si el colegio no dispone del material necesario, los padres pueden proporcionarlo.
La adolescencia es un periodo difícil y complejo caracterizado por:
-Crecimiento y desarrollo acelerados
-Paso de la niñez a la edad adulta
-Cambios emocionalesy físicos que originan confusión y estrés
Si a esto añadimos un problema de salud crónico como es la diabetes, no cabe duda que la complejidad y los problemas pueden acrecentarse considerablemente. Tampoco hay duda de la influencia que, en este periodo, puede tener el personal de enfermería, ya que como sabemos, en momentos del periodo adolescente, no son los padres quienes más influencia tienen sobre los jóvenes.
Por lo general, el adolescente ya está capacitado para comprender, aceptar y asumir, en todo o en parte, su programa de autocuidados.
Sin embargo, dos factores importantes van a determinar que esto se haga con normalidad o, por el contrario, que el proceso se realice con problemas más o menos serios. Estos factores son: etapa y personalidad del adolescente, y el ambiente familiar que le rodee.
Así, el ambiente en que vive el adolescente va a tener una gran influencia y va a ser decisivo para todo el proceso de aceptación y aprendizaje de autocuidados.
El ambiente ideal será aquel en que los padres acepten el diagnóstico de su hijo con entereza comprendan acertadamente todo el programa de autocuidados y ayuden y vigilen sin agobios el desarrollo del proceso.
Es importante que los padres tengan confianza, por un lado en el equipo sanitario, para de esa forma transmitir esa confianza al hijo. De otro lado deben confiar en las capacidades del hijo pues será la mejor forma de ayudarle en su desarrollo y autoinsuficiencia.
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Al
enfrentarnos al problema de tener que programar el control de la diabetes en un
niño, se nos puede presentar el dilema de preguntarnos. ¿Qué es mejor, la
cantidad o la calidad de vida?. Está claro que un programa con muchas y severas
restricciones, hará poco a favor de que el niño disfrute de una buena calidad
de vida. También es cierto que el permitirle ciertos placeres como comidas
inapropiadas no sólo irán en contra de un aprendizaje positivo sino que
supondrían serios riesgos para su vida.
Un
programa en el que el niño poco a poco conozca mejor su problema y sepa
enorgullecerse de su autodisciplina, aunará cantidad y calidad de vida que en
definitiva es lo que todos pretendemos.
Efectos
psicológicos
Los
problemas psicológicos cuando se diagnostica a un niño diabético van a ser
dobles y a veces triples, pues no sólo van a afectar al niño, sino también a
los padres. Por lo tanto, es necesario la responsabilidad de los padres y se
deben evitar la culpabilidad y las ataduras.
La
disposición del niño para enfrentarse a la diabetes va a depender mucho de la
edad. Cuando el niño es muy pequeño y ve a otro tomarse un caramelo o un
helado, la rabieta puede ser tremenda. Pero los problemas mayores van a
aparecer en la escuela pues puede sentirse diferente, puede que esa diferencia
le haga sentir vergüenza y la vergüenza abandono de autocuidados.
El
aprendizaje de autocuidados del niño diabético, se hará en primer lugar en los
padres. ¿Cuándo se hará en el niño? Dependerá de la edad y del desarrollo
psicomotriz, sin olvidar, como ya sabemos,, que la diabetes puede retrasar el
desarrollo y por tanto, la capacidad para comprender y expresar sus problemas.
Por
lo tanto, el aprendizaje de autocuidados se debe hacer permitiendo la
participación del niño, pero sin responsabilizarlo y teniendo en cuenta que
esta conducta manipulativa hay que esperarla en cualquier momento.
Hemos
visto cómo en la actualidad el embarazo en la diabética debe ser planeado. Es
fundamental un buen control metabólico incluso preconcepcional para hacer una
profilaxis de las malformaciones.
El
conseguir este equilibrio metabólico supone una serie de principios:
1)La gestante diabética es de alto riesgo, debe
ser controlada por un equipo multidisciplinario obstétrico-diabetológico.
2)Excepto en algún caso de diabetes de tipo A que
sea necesario sólo un control diabético, habrá que emplear sistemáticamente
insulina y preferentemente serán los tipos de acción más corta aunque eso
suponga dosis repetidas. En el embarazo es difícil un control óptimo sólo con
insulina lenta. Las necesidades de insulina aumentan de forma evidente en el
segundo y tercer trimestre, de forma que una disminución de las necesidades de
insulina en esta época es un signo de mal
pronóstico fetal.
3)La presencia de cetonuria es un signo de mal
pronóstico de la gestación.
En
la primera mitad del embarazo hay un proceso de adaptación en que la gestante
diabética es difícil de controlar. Al paso de glucosa al feto se une también la
frecuencia de náuseas y vómitos. En la segunda mitad del efecto de las hormonas
placentarias es más patente, evidenciándose en un aumento claro de las
necesidades de insulina pero la inestabilidad es menor.
Pueden
ser de dos tipos: maternas o fetales.
A)
Maternas:
-Consecuencia
de la arteriopatía diabética: nefroesclerosis y retinopatía.
-Propias
del embarazo: preeclampsia (10-20% de los casos), hidramnios (no bien
documentado), pielonefritis y abortos (aunque menos de lo que se pensaba
clásicamente, estudios propectivos hablan de unas tasas de aborto espontáneo
por encima de la población general).
El
concepto de “diabetes gestacional” aparece recogido en la clasificación de la
diabetes dada en 1979 por el National Diabetes Data Group que es la más
conocida internacionalmente. Cuando el trastorno a la tolerancia de los
hidratos de carbono aparece durante el embarazo es cuando realmente debemos de
reservar este término de “diabetes gestacional”.
Durante
mucho tiempo se ha manejado el concepto de “prediabetes” como aquella situación
de predisposición especial a padecer esta alteración (antecedentes familiares
y/o fetos macrosomas) en personas en las que
en un momento determinado no se les encuentra ninguna alteración. Sin
embargo este término está cada vez más en desuso y se utiliza más el de factor
de riesgo.
Una
forma de hacer una detección de la diabetes durante la gestación es la
realización de determinación basal y a las dos horas del desayuno. Si en esta
segunda determinación se sobrepasan los 120 mgrs. habría que realizar una curva
de sobrecarga.
Otra
situación distinta es la mujer diabética que se queda embarazada, aquí el
diagnóstico no es lo importante sino el pronóstico. Englobando estos aspectos
P. White clasificó las gestaciones diabéticas en distintos grupos, y que de forma resumida señalamos a continuación:
En
pocos aspectos como en el de la reproducción se han puesto de manifiesto los
progresos que en el manejo de la diabetes se han experimentado en los últimos
años. Al igual que se decía para las pacientes tuberculosas, a la diabética no
hace muchos años se le decía: “Si eres soltera no te cases y si te casas no
tengas hijos…”. Y es que en la historia de la diabetes y embarazo hay que
distinguir con Weingold varias etapas:
-Hasta
1921 la mayoría de las mujeres diabéticas juveniles eran estériles.
-A
partir de 1921 se consigue rebajar la esterelidad al 50%, sin embargo el
proceso reproductivo era muy costoso aún para la mujer y para el hijo.
-Con
la terapia insulínica se han dado tres épocas sucesivas:
a) Descenso de la
mortalidad perinatal al 30% simplemente por el empleo sistemático de la
insulina sin tener en cuenta otras medidas obstétricas.
b) Cuando además de la
insulina se propició la interrupción sistemática del embarazo entonces la
mortalidad perinatal bajó al 15%.
c) En la actualidad, y
desde los años 80, se propicia un tratamiento obstétrico individualizado
dependiendo del control metabólico de la paciente y de las pruebas de bienestar
fetal.
1.Elaboración de unas pautas sencillas
de prevención dirigidas al establecimiento de un equilibrio entre el aporte
dietético y el gasto energético que sean observados desde edades tempranas a
ser posible. Por tanto, instruir a la población gneral será la medida
prioritaria. Asi, es imprescindible explicar que el fraccionamiento de la dieta
no conlleva ningún prejuicio, si el contenido calórico total es el adecuado.
Sin embargo, los periodos de ayuno prolongado, concentrando el aporte en dos
comidas al día, es un error que debe evitarse.
En general, hay que adecuar la práctica del
ejercicio a la edad y necesidades del sujeto teniendo siempre presente su
estado cardiovascular o cualquier otra alteración que pueda presentar.
El ejercicio además ejerce un efecto
psicológico incuestionable, permite conservar un buen estado muscular y
previene de complicaciones vasculares y no sólo los beneficios metabólicos que
siempre se consideran.
2.Es fundamental conocer los
factores de riesgo familiar que inciden sobre cada sujeto para padecer obesidad
y/o diabetes con el fin de plantear una prevención individual de la forma más
adecuada.
Es conveniente detectar precozmente los signos
de obesidad, para evitar mediante la oportuna corrección que se ponga en marcha
el proceso fisiopatológico que conduce a la diabetes.
Cuando la diabetes tipo II esté ya establecida
debe realizarse un programa estricto desde el punto de vista dietético, y de
ejercicio.
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