En
la primera mitad del embarazo hay un proceso de adaptación en que la gestante
diabética es difícil de controlar. Al paso de glucosa al feto se une también la
frecuencia de náuseas y vómitos. En la segunda mitad del efecto de las hormonas
placentarias es más patente, evidenciándose en un aumento claro de las
necesidades de insulina pero la inestabilidad es menor.
Pueden
ser de dos tipos: maternas o fetales.
A)
Maternas:
-Consecuencia
de la arteriopatía diabética: nefroesclerosis y retinopatía.
-Propias
del embarazo: preeclampsia (10-20% de los casos), hidramnios (no bien
documentado), pielonefritis y abortos (aunque menos de lo que se pensaba
clásicamente, estudios propectivos hablan de unas tasas de aborto espontáneo
por encima de la población general).
-Malformaciones,
constituyen el 50% de la mortalidad en los hijos de mujer diabética, pero
sabemos que las malformaciones no se dan más en los hijos de padre diabético ni
en las mujeres con diabetes gestacional.
En
cuanto al mal tipo de malformación no son específicas, generalmente se trata o
bien de la región caudal (esqueléticas y asociadas) o cardíacas.
-Macrosomía,
es más común en las diabetes más leves.
-Síndrome
de dificultad respiratoria, incluso en los partos vaginales.
-Hipoglucemia
neonatal, se dan en el 30-60% de hijos de diabéticas.
-Hipocalcemia
neonatal, que se produciría por un hipoparatiroidismo fetal debido a la
hipercalcemia materna.
-Aumento
de la mortalidad perinatal, a pesar de los logros importantes en el descenso de
la muerte fetal intraútero.
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