1.
Elaboración de unas pautas sencillas
de prevención dirigidas al establecimiento de un equilibrio entre el aporte
dietético y el gasto energético que sean observados desde edades tempranas a
ser posible. Por tanto, instruir a la población gneral será la medida
prioritaria. Asi, es imprescindible explicar que el fraccionamiento de la dieta
no conlleva ningún prejuicio, si el contenido calórico total es el adecuado.
Sin embargo, los periodos de ayuno prolongado, concentrando el aporte en dos
comidas al día, es un error que debe evitarse.
En general, hay que adecuar la práctica del
ejercicio a la edad y necesidades del sujeto teniendo siempre presente su
estado cardiovascular o cualquier otra alteración que pueda presentar.
El ejercicio además ejerce un efecto
psicológico incuestionable, permite conservar un buen estado muscular y
previene de complicaciones vasculares y no sólo los beneficios metabólicos que
siempre se consideran.
2.
Es fundamental conocer los
factores de riesgo familiar que inciden sobre cada sujeto para padecer obesidad
y/o diabetes con el fin de plantear una prevención individual de la forma más
adecuada.
Es conveniente detectar precozmente los signos
de obesidad, para evitar mediante la oportuna corrección que se ponga en marcha
el proceso fisiopatológico que conduce a la diabetes.
Cuando la diabetes tipo II esté ya establecida
debe realizarse un programa estricto desde el punto de vista dietético, y de
ejercicio.
Este vídeo está obtenido de Internet y por lo tanto, propiedad de sus respectivos autores.
Hola!quería decirte que la información que ofreces es muy útil,creo que puede servirme de ayuda tanto a mí como a las personas que pueden desarrollar esta enfermedad debido a nuestras condiciones físicas. Muchas gracias!
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