El diabético debe conocer la importancia de
alcanzar su peso ideal y mantenerlo. En pacientes adultos obesos, debe
intentarse alcanzar su peso normal, aunque con frecuencia no es fácil, en estos
casos en que el paciente presente resistencia al adelgazamiento, debemos
recordar que pequeñas variaciones de peso pueden conseguir grandes progresos
terapéuticos, descenso de la hemoglobina glucosilada, de glucemia plasmática y
de trigliceridemia.
En el niño el aporte energético debe ser el
necesario para conseguir un crecimiento adecuado. Se aconseja 1000 Kcal para el
primer año de vida y 100 Kcal. más por cada año que pase hasta los doce. En el
caso de sobrepeso deben utilizarse dietas ligeramente hipocalóricas, no
reduciendo en más de 200 Kcal sus necesidades.
APORTE
ENERGÉTICO EN EL ADULTO
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Obesidad
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Normopeso
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Bajo
peso
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Actividad Sedentaria
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15 Kcal/kg/día
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30 Kcal/kg/día
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35 Kcal/kg/día
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Actividad moderada
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20 Kcal/kg/día
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35 Kcal/kg/día
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40 Kcal/kg/día
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Actividad normal
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25 Kcal/kg/día
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40 Kcal/kg/día
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50 Kcal/kg/día
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Hidratos de carbono
Es importante el fraccionamiento de estas
raciones en cuatro comidas, ajustándose al modo de vida del paciente y a los
momentos en que aparecen hipoglucemias.
Este fraccionamiento permite
evacuaciones gástricas más lentas, periodos de absorción más prolongados,
incorporación gradual al medio interno y armonizar en cada momento el aporte
energético con los niveles séricos de insulina. Es aconsejable además dos
colaciones.
El reparto hidrocarbonado podría ajustarse a
los siguientes porcentajes: desayuno 15%, media mañana 10%, almuerzo 30%,
merienda 15%, cena 20%, y antes de dormir 10%, y se correspondería con las
siguientes raciones: desayuno 3,5 r, almuerzo 7,5 r, merienda 4 r, cena 5 r,
antes de dormir 2,5 r.
En cuanto a la calidad de los hidratos de
carbono aportados por la dieta deberemos tener en cuenta:
-Evitar glúcidos refinados: azúcar, miel, zumos
y productos azucarados.
-Proporcionar glúcidos complejos, sobre todo
los aportados por los alimentos ricos en fibra, legumbres secas, verduras,
pastas, cereales...
Proteínas
Serán aportadas por proteínas de origen animal
y vegetal, de las cuales al menos 1/3 corresponderán a vegetales. Así, de las 7
R. que nos debe aportar la dieta, 2 serán de origen vegetal y 5 de origen animal.
Grasas
Las grasas no pueden ser controladas en forma
de raciones, ya que al encontrarse unidas a las proteínas animales en
proporciones muy distintas, es imposible sujetar proteínas y grasas a las
mismas cantidades de alimentos.
Las grasas de la dieta se proporcionan en forma
de aceite de condimentación. Debe aconsejarse elevar el consumo de grasas
poliinsaturadas, para lo cual se aumentará el consumo de pescados sobre el de
carnes, y reducir el consumo de grasas saturadas, carne de cerdo, cordero, embutidos...
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